Como resultado, el modelo remoto y presencial se ha convertido en una realidad que perdurará en el tiempo.

Una de las consecuencias más evidentes de este modelo es la disminución de la ocupación de los edificios corporativos. Menos personas trabajan en las oficinas físicas, estimándose una ocupación variable a lo largo de la semana de entre un 10% al 80% en los días de mayor concurrencia. Sin embargo, esto no implica una reducción de la importancia de los espacios de trabajo, sino más bien un cambio en su función principal. En lugar de simplemente ocupar un puesto de trabajo, las personas que acuden a las oficinas se dedican a actividades centradas en la socialización, colaboración y trabajo en equipo.

Para adaptarse a esta nueva realidad corporativa, es crucial implementar una medición precisa mediante la sensorización de los espacios corporativos. Esta tecnología permitirá conocer qué áreas están siendo utilizadas y tomar decisiones basadas en datos. No obstante, es importante destacar que no se debe descartar el método tradicional de observación y análisis de campo, ya que estos pueden complementar y confirmar los datos obtenidos por la tecnología.

Asimismo, es fundamental trasladar la tecnología al trabajador de manera amigable y usable. Una excelente manera de mejorar la usabilidad de las herramientas es a través de la reserva de cocheras de estacionamiento o lugares en el comedor. Al proporcionar a los empleados una forma sencilla de gestionar este recurso, se fomenta la adopción de las herramientas tecnológicas en el entorno laboral.

La implementación de tecnología y trabajo flexible también ofrece ventajas en términos de optimización de costos. Hay algunas empresas que directamente han decidido que los viernes nadie asiste presencialmente: así logran reducir gastos de electricidad, calefacción, comedor, etc. Al ajustar de manera más precisa la superficie necesaria en los edificios corporativos, las organizaciones pueden reducir gastos innecesarios. Además, la flexibilidad laboral permite una mejor conciliación entre la vida personal y profesional, lo que reduce la necesidad de contratos de tiempo parcial y aumenta la satisfacción de los empleados. Como resultado, se observa un incremento en la productividad y el compromiso.

Es importante destacar que las reglas relacionadas con el trabajo flexible deben adaptarse a la cultura de cada organización. Aunque existen pautas generales, como trabajar dos o tres días desde la oficina y el resto de forma remota, es esencial que estas reglas se adapten de manera particular por cada área o grupo dentro de la empresa. Es necesario promover pocos reglamentos y fomentar acuerdos flexibles basados en el diálogo y la confianza.

En este nuevo contexto, la distribución de los espacios corporativos debe organizarse en "barrios" o áreas. La tendencia es ocupar los espacios según las necesidades y llegada de las personas, en lugar de reservarlos de antemano. Esto permitirá una re-facturación del espacio utilizado por cada entidad, optimizando aún más los recursos y adaptándose a las necesidades cambiantes de la organización.

En la actualidad muchas empresas están repensando sus layouts, de modo de diseñar espacios de trabajo basados en Workplace Strategy que ayuden a mejorar las experiencias de sus colaboradores.

En 3g office tenemos un equipo de profesionales que dedican todos sus conocimientos a diseñar y construir espacios que la gente ame.

Autor:
Francisco Vázquez Medem - Fundador y Presidente de 3g office